El orden del discurso
El discurso desaparece. Hay que decir palabras mientras las haya, hay que decirles hasta que me encuentren, hasta el momento en que me digan, hay que continuar. Hay que hacer discurso para no desaparecer, hacerse escuchar-existir, a través del discurso. El discurso es para pelear, para luchar las formas de existencia. El discurso es para hacerse escuchar. Hay dos tipos de discurso, relegado al tabú: la política y la sexualidad. El discurso es lo que se puede decir, y lo que no se puede decir. Llegó un día en que la verdad se desplazó del acto ritualizado, eficaz y justo, de enunciación, hacia el enunciado mismo. El discurso verdadero ya no será el discurso precioso y deseable, pues ya no será el discurso ligado al ejercicio del poder. El sofista ha sido expulsado. Una voluntad de saber que imponía al sujeto conocedor (y de alguna manera antes de toda experiencia) una cierta posición, una cierta forma de mirar y una cierta función (ver más que leer, verificar más que comentar); una volu...